Al psicólogo suelen acudir personas que necesitan mejorar su estado de bienestar, es decir, aquellas personas que sufren malestar una dificultad o un problema y ello no les permite disfrutar de la vida, de la familia, las personas o las cosas.
Demandas más frecuentes:
Pérdida de trabajo
Miedo a hablar en público o las personas
Miedo a la soledad
Estados de ansiedad
Infidelidades, celos
Falta de confianza en uno mismo, inseguridad, baja autoestima
Desilusión , apatía , falta de energía
Dificultades sexuales
Miedo a subir en ascensor, a conducir, a volar, etc.
“La curiosa paradoja es que cuando me acepto a mí mismo, puedo cambiar”(Carl Rogers)